miércoles, 28 de julio de 2010

Los jóvenes

Estoy gratamente sorprendida con la edición de la Semilla Eucarística para el mes de Julio.

Para empezar, el formato ha cambiado y ahora las ilustraciones interiores están coloreadas, unas a una tinta y otras a cuatro. Ya se había mejorado la presentación en ediciones anteriores imprimiendo las portadas a cuatro tintas, aunque el interior sólo fuera en b/n; sin embargo, no es eso lo que me sorprendió más, sino el hecho de que el número de julio tiene un corte netamente juvenil y eso es evidente no sólo en las ilustraciones, sino también en los contenidos: empezando por la editorial hasta los mensajes de los Papas Benedicto XVI y Juan Pablo II (qepd).

El número, cuyos contenidos han sido seleccionados con motivo de la Peregrinación Nacional de los Tarcisios e Ineses a la Basílica de Guadalupe y con motivo del 25° Aniversario de las Jornadas Mundiales de la Juventud, me ha sorprendido y me ha puesto a reflexionar; ha traído a mi mente ideas que se me habían pasado antes pero que no he conseguido estructurar demasiado, que quizás he olvidado absorbida por cierta "rutina" en el apostolado (cosa que no es demasiado buena y que debo solucionar a la brevedad)

Hablar de juventud en la Adoración Nocturna es raro por algunos rumbos, especialmente por los míos. Y podría decirse que, al igual que ocurría en las sociedades del siglo XIX y principios del XX o hasta quizá la primera mitad de este último, me da la impresión de que en las filas de la Adnomex se transita de niño a adulto, obviándose la etapa juvenil: en la Adnomex los Tarcisios e Ineses utilizan su propio ritual, uno adecuado a su edad, con oraciones sencillas. Generalmente la avanzada la conforman niños que ya hicieron su primera comunión, quienes luego, al cumplir la mayoría de edad, pasan a ser Activos u Honorarias (os). Es interesante, pero en las pocas filas de Tarcisios e Inesitas que me ha tocado conocer, la edad de los integrantes no pasa de los trece años; es decir, que el grupo que va de los 14 a los 18 está ausente. Sinceramente, espero que no sea de esta forma en todos los lugares y en todas las secciones, porque es una edad especial en que se comienza a pensar en el futuro y en que se está especialmente vulnerable a las seducciones mundanas.

Los mensajes de la Semilla Eucarística son enérgicos: hablan a los jóvenes sobre la significativa responsabilidad que guardan de cara a la consolidación del futuro de la humanidad entera; hablan también del gran amor que Dios tiene a los jóvenes y de la confianza depositada en ellos por el Creador mismo.

Los mensajes son firmes; aunque lo que me puso a pensar y que dió origen a este post es el hecho de que un mensaje a los jóvenes en el mes de julio debido al aniversario de las JMJ demuestra que la juventud, pese a ser un contingente significativo y crucial, no abunda en las filas de la Adoración Nocturna; que se necesita sangre nueva es evidente en algunas secciones. Es necesario orar por las vocaciones para este apostolado eucarístico y tal vez a mediano plazo, replantearse la posibilidad de conferirle un giro juvenil propio; que no descarte los rituales y, en cambio, haga redescubrir a los jóvenes la riqueza de la Liturgia y, por sobre todo, la importancia del encuentro y la relación constante con Jesús Eucaristía.

Creo que la Adoración Nocturna debería esforzarse por acercar más a las nuevas generaciones a la vida Eucarística. Creo también que, hasta ahora, esos esfuerzos han sido esporádicos. Creo también que los jóvenes, en especial los de edad "bachiller" son más proclives a emprender grandes empresas y fijarse altas metas y que, quizás, en ocasiones no se valoran en ellos estas cualidades y se comete el error de menospreciarlos.

Los jóvenes son la generación de la esperanza para el mundo, para la Iglesia... y lo son también para la Adoración Nocturna.

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