Un poco después de Pascua fui a Matamoros, Tamaulipas, y ocurrió que, andando ocupada en la ciudad, tuve que buscar una parroquia cercana para hacer la visita de ese día al Santísimo Sacramento. Vi un campanario y me dirigí hacia allá. Al llegar a la iglesia la encontré cerrada, pero, buscando alguna puerta para entrar, noté al costado derecho de la construcción unas puertas de cristal. Como siempre, yo bien despistada, pensé que sería la oficina, pero al acercarme más, la inscripción de las letras metálicas me hizo comprender que era una capilla de Adoración Perpetua.
La parroquia es San Antonio de Padua, en la colonia Popular.
Al interior de la capilla hay sillas, y una pequeña puerta de cristal que la divide en dos. No sé, pero creo que siempre les pasa lo mismo en estos espacios; pareciera que calculan mal: como que piensan que va a haber pocos asistentes y después descubren que el espacio es insuficiente y de pronto queda todo muy apretado. Lo comento porque me dio la sensación de que el espacio original era el que queda detrás de las puertas y que se mira aquí abajo, aunque bien puedo equivocarme.
Pude enterarme, leyendo los avisos, que el aniversario de esta capilla es en el mes de Abril.
0 comentarios:
Publicar un comentario