domingo, 20 de diciembre de 2015

Cuarto Domingo de Adviento


V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor. 
R. Que hizo el cielo y la tierra.

Lectura
"Saldrá un renuevo del tronco de Jesé, y de su raíz brotará un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligenccia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor." (Is 11, 1-3a)

Se encienden cuatro velas.
Reflexión: 
Nos preparamos para recibir al Salvador unidos a María y José: ellos con su fe, esperanza y caridad salen victoriosos en la prueba. No hay rechazo, ni frío, ni oscuridad ni incomodidad que les pueda separar del amor de Cristo que nace.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

ORACIÓN
Al encender estas cuatro velas, en el último domingo, pensamos en ella, en la Virgen, tu Madre y nuestra madre. Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría. Te sembraste en ella, como el grano de trigo se siembra en el surco. Y en sus brazos encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor, en el trabajo de cada día. ¡Señor, ven pronto a salvarnos!





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