domingo, 13 de diciembre de 2015

Tercer Domingo de Adviento


Encendemos ,Señor, esta tercera luz más cercanos ya a la noche buena de la Luz Mayor.  Queremos dar testimonio de tu Luz, Señor, como hizo Juan el Bautista. No somos nosotros la Luz, pero sí los testigos de la Luz verdadera venida a este mundo. Deseamos, Señor, con esta tercera luz que encendemos, que el fuego de tu Espíritu encienda nuestros corazones y los convierta en luminarias para los demás.

Danos un corazón que vea las necesidades de nuestro prójimo para compartir con él lo mejor que somos y tenemos. Quema en tu hoguera, Señor, toda la paja de nuestras vidas y reúne nuestros granos en pan comunitario para renacer en Belén, la Casa del Pan. Para que Te revelemos como buena y gozosa Noticia para los hombres, tan necesitados de reconocerse como hijos de Dios en la Cuna comunitaria de Belén,

¡Maranatha, ven, Señor Jesús!


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