sábado, 27 de febrero de 2016

Amor y Eucaristía

El mayor mal del tiempo es que no se ve a Jesucristo como al mismo salvador y Dios. El mal de la piedad estéril es que ésta no parte de Jesucristo y tampoco lleva a Él. Se detiene en el camino, se satisface con las formas externas. El amor divino que no pone ya su vida, su centro, en el Sacramento de la Eucaristía, no se encuentra ya capaz de explicar su poder. Se apaga pronto, como un fuego que no se alimenta. Se convierte rápidamente en un amor puramente humano.

San Pedro Julián Eymard (1811-1868)
Fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento.

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