Vigilia Especial ~ De rodillas y en silencio

Pos ni hablar: a empacar chivas y tomar el autobús para irse a la Catedral.
Resultó que el Director Espiritual Diocesano nos convocó a realizar una vigilia en la Catedral con motivo de la festividad de San Juan María Vianney, para pedir por todos los sacerdotes, en especial por nuestro obispo y por el presbiterio de la diócesis.
Yo no sabía muy bien de qué iba porque cuando dieron el aviso no estuve en junta de turno; pero en cuanto me dijeron que había vigilia en Catedral no me lo pensé dos veces ¿Porqué? Porque ahí nos dejan quedarnos a las mujeres toda la noche; como no hay instalaciones para los adoradores y tenemos que trasladarnos desde otra ciudad, pues inevitablemente tenemos que pasar la noche ahí.
Pasar la noche entera con el Santísimo Sacramento es una de las cosas que más amo en la vida. ¡Un sueño! ¡De verdad! La primera ocasión que lo hice fue en la Vigilia Juvenil del 48° Congreso Eucarístico Internacional, realizada en el atrio de la Basílica de la Virgen de Zapopan, Jalisco; la segunda vez fue en la noche del jueves, al terminar la Procesión Solemne con el Santísimo Sacramento, durante la semana del 49° Congreso Eucarístico Internacional, en la Capilla Nouvelle Alliance en la ciudad eucarística.
Este año, con motivo del inicio de la preparación para celebrar el 50° Congreso Eucarístico Internacional (estipulada por Dublín para la ya pasada festividad del Corpus Christi), tenía pensado asistir al ENJES2010 en Querétaro, Querétaro y ver si existía la posiblidad de pasar la noche en la capilla de adoración perpetua de esa ciudad; sin embargo, al final mi viaje se canceló y no pude hacerlo, así que estaba un poquitín de triste porque no iba a iniciar mi preparación de esa manera; sin embargo, me alegré de tener esta oportunidad tan cerquita de donde vivo.
Es interesante, pero en nuestra diócesis ocurre algo extraño: en las parroquias que existen en la ciudad donde se localiza la sede Episcopal no existe ninguna sección de Adoración Nocturna; de hecho, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna está basificado en una ciudad que dista más de dos horas de camino desde la cabecera de la diócesis, así que ya se imaginarán lo que implica organizar una vigilia en esas condiciones.
De cualquier forma, todo fue perfecto: el grupo de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu Santo fue el designado para servirnos la cena de esa noche y el almuerzo del día siguiente, y nuestro Director Espiritual nos acompañó durante toda la velada, dedicándose, después de la exposición del Santísimo, a administrar el Sacramento de la Reconciliación.
Total que partimos varias personas de la Sección como a las cinco de la tarde y llegamos con buen tiempo para cenar y pasar un rato de descanso, porque la junta de turno comenzó a las nueve de la noche. En ella, el Director Espiritual nos expuso un interesante tema sobre el sacerdocio y destacó varios puntos, siendo los que me llamaron más la atención, los siguientes:
* La santificación de los sacerdotes está en las manos de nosotros como adoradores: hay que hacer mucha oración por ellos.
* Cada Sacerdote es otro Cristo: está llamado a dar su vida por los demás. Los sacerdotes, al administrar los sacramentos, están viviendo para los demás, sirviendo a los demás, entregando su vida a los demás.
* Hay que acostumbrarse a rezar, por lo menos una vez al día, las Preces por los Sacerdotes que vienen en el Ritual de la Adoración Nocturna Mexicana

. (Estas preces forman parte de las Oraciones Preparatorias y se recitan al inicio de cada vigilia).
Despúes expusieron el Santísimo Sacramento hasta las cinco de la mañana, que fue cuando comenzó la misa. En total asistieron 14 banderas (13 pertenecientes a las diferentes secciones de la diócesis y 1 del Consejo Diocesano). Ni con mucho son todas las secciones; pero ni modo, no siempre pueden asistir todas.
Por lo que a mí respecta me la pasé súper: me tocó el primer turno de Honorarios, así que después de las 11 de la noche ya estuve libre para poder platicar con el Señor a gusto =P. Me dormí como a las 12 y cuarto y estuve despertando en ratos, y luego a las 4 de la mañana me desperté para el último turno de los Activos y acompañé el rezo de las Laudes a las 4:30. La misa comenzó a las 5:00 AM y para terminar, como a las 6:45, emprendimos el regreso a casita.
De verdad que disfruto mucho estas veladas; aunque me la tenga qué pasar sentada o acostada en el suelo. No hay nada que se compare a hacerle compañía a Jesús Sacramentado durante la noche entera; no importa si no aguanto la noche en vela, de cualquier forma vale la pena.