sábado, 5 de enero de 2013

Estación Mayor




PEQUEÑA LECTURA
Levántate y resplandece, Jerusalén, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor alborea sobre ti  Sobre ti resplandece el Señor y en ti se manifiesta su gloria. Caminarán los pueblos a tu luz y los reyes, al resplandor de tu aurora. Tu corazón se alegrará, y se ensanchará, cuando se vuelquen sobre ti los tesoros del mar y te traigan las riquezas de los pueblos. Vendrán todos los de Sabá, trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.  (Cf Is 60, 1-6)

* * *
Resplandeces como aurora, Cristo Eucaristía; amaneces sobre los corazones, Emmanuel, y tu luz eterna conforta las almas.
Adoramos, Señor Jesús, la preciosa llaga de tu mano derecha.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

Como el sol que surge para hacer brotar la vida, así desciendes hasta el altar, para irradiar el mundo con Tu amor.
Adoramos, Señor Jesús, la preciosa llaga de tu mano izquierda.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

Te manifiestas, Señor, en medio del silencio y la quietud, oculto bajo las sagradas especies.
Adoramos, Señor Jesús, la preciosa llaga de tu pie derecho.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

Milagro infinito de amor: el Dueño del universo, Aquel que todo lo ha creado, viene a las almas en un trozo de pan y unas gotas de vino.
Adoramos, Señor Jesús, la preciosa llaga de tu pie izquierdo.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

Para nosotros has venido y por nosotros permaneces en la Hostia consagrada, hasta el fin de los tiempos.
Adoramos, Señor Jesús, la preciosa llaga de tu costado.
Padre nuestro, Ave María y Gloria al Padre.

ORACIÓN
Te contemplamos, oh Cristo, entre la tristeza y la alegría, descubriendo nuestra propia miseria y, al mismo tiempo, maravillados por tu infinita misericordia. ¿Qué tesoros podemos ofrecerte que no te pertenezcan? Por el contrario, somos nosotros los que necesitamos de tu riqueza. Sé Tú, Dios nuestro, la alegría eterna de nuestro corazón, la luz cálida que conforte nuestras almas, el resplandor inextinguible que alumbre nuestro peregrinar en este mundo.

Sea por siempre bendito y adorado, Cristo, nuestro Señor sacramentado.
Nuestro rey por los siglos de los siglos
Adorado sea el Santísimo Sacramento
Por siempre sea bendito y adorado.
Ave María Purísima
Sin pecado concebida
Jesús Eucaristía
Creemos y confiamos en ti.



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