viernes, 12 de junio de 2015

Acto de consagración del género humano al Sagrado Corazón de Jesús.



Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, míranos humildemente postrados delante de tu altar: tuyos somos y tuyos queremos ser; a fin de poder vivir más estrechamente unidos a Ti, todos y cada uno de nosotros espontáneamente nos consagramos en este día a tu Sacratísimo Corazón.

Muchos, por desgracia, jamás te han conocido: muchos, despreciando tus mandamientos, te han desechado. Oh Jesús begninísimo, compadécete de unos y de otros y atrae a todos a tu Corazón Santísimo.

Oh Señor, sé Rey no sólo de los hijos fieles que jamás se han alejado de Ti, sino también de los hijos pródigos que te han abandonado; haz que vuelvan pronto a la casa paterna, para que no perezcan de hambre y de miseria. Sé Rey de aquellos que, por seducción del error o por el espíritu de discordia, viven separados de Ti, devuélvelos al puerto de la verdad y la unidad de la fe, para que en breve se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor. Sé Rey de los que permanecen todavía envueltos en las tinieblas de la idolatría; dígnate atraerlos a todos a la luz de tu reino.

Mira finalmente, con ojos de misericordia a los hijos de aquel pueblo que en otro tiempo fue tu predilecto; descienda también sobre ellos, como bautismo de redención y de vida, la Sangre que en un día contra sí reclamaron.

Concede, oh Señor, incolumindad y libertad segura a tu Iglesia; otorga a todos los pueblos la tranquilidad en el orden; haz que del uno al otro confín de la tierra no resuene sino esta única voz: Alabado sea el Corazón Divino de Jesús, causa de nuestra salud; a Él se entonen cánticos de honor y de gloria por los siglos de los siglos. Amén.


0 comentarios:

Publicar un comentario